
EL RELOJ MARCA OTRAS HORAS
Carlos Vidal
Inauguración sábado 14 septiembre 2019 13.00h
Exposición del 14 al 28 de septiembre
Participamos en Hybrid Festival
Mi bisabuela tenía una frase de significado poco claro para los no iniciados: “el estómago qué sabe lo que le das”, decía.
Quería referirse con ella a que, en su opinión, el estómago no sabe si son las dos de la tarde o las cuatro de la mañana, y por tanto, todas esas creencias tan extendidas sobre que no se puedan comer determinados alimentos a según qué horas, eran puras pamplinas.
No tengo muy claro todavía si los avances médico-científicos de las últimas décadas han logrado desmentir a mi bisabuela sin ningún género dudas. Pero lo que sí sé es que disfrutar de una buena comida servida en los platos de Carlos Vidal y bien arropada por ese jardín de las delicias vidaliano que es su mantel, propicia que el tiempo y las horas sean conceptos claramente relativos y que las sobremesas se alarguen sobremanera, quizá en imitación de aquellas largas comidas mexicanas que él tantas veces me ha descrito y que puede que algún día tenga el privilegio de experimentar.
En ese estado de cosas, con los platos de Carlos el reloj marca otras horas, o incluso se olvida de marcarlas, lógicamente, y se adapta gustoso al tempo que marcan sus dibujos, un tempo lento y de disfrute visual y organoléptico, que comer y beber bien lo merece. Así se pasan, las horas pasan sobre el mantel de Carlos, sobre el mantel se pasan. Gira el reloj redondo de sus platos entre caras y bocas, entre pollos y pollas, entre vulvas y Rosas, entre nombres de niños, mujeres y horas. Y es ahí, en ese festín provocador como sólo Carlos sabe prepararlo, donde todo se resume, donde el artista nos muestra bocado a bocado el magnífico banquete que es su obra.
María López-Herranz
Exposición del 14 al 28 de septiembre. Además de 25 vitrocerámicas en platos y el mantel serigrafíado en el “Taller de Manolo Gordillo. Edición de arte” podremos disfrutar de una selección de los cuadros y dibujos de Carlos Vidal.

Carlos Vidal

Sé lo que deseo y siempre, siempre, el resultado no es lo que deseaba.
Trabajo en medio de culturas que chocan, mi universo primigenio Chiapas y media vida viviendo en Europa, en un constante exilio, que lejos de dañarme, me alimenta, para constantemente volver al mundo de las palabras, de los elementos primarios, donde las formas tienen colores y sabores.
Cómo encontrar la escala, los materiales que debe tener la obra, hasta donde trabajarla, ¿partiendo de bocetos?, ponerla contra la pared retomarla, meses, años después.
Existe un proceso en la elaboración de mi trabajo, de existir lo interrumpo, lo distorsiono bienvenido el azar. El error me permite una visión diferente, emborronar, ensuciar, la impaciencia, el desasosiego, y, ¿por qué no?, el distanciamiento, buscando y dejando el trabajo en tensión, sin haberlo resuelto.
Cómo conjugar un hecho, una forma, que a la vez que existe, sea del todo imprecisa y nos permita diversas lecturas, una apariencia distinta a lo que es, que permita al espectador un sin fin de lecturas.
No quiero explicar nada, no creo que se pueda hacer tal cosa.
Naturaleza, técnica, azar, conocimiento, cultura, memoria, el material con que pinto mis cuadros.
Carlos Vidal Madrid 2019